" Muertes de sobremesa" - David Jiménez el Tito

Hace algo más de un año leí la reseña que sobre este libro publicó Inés en su blog La huella de los libros. Lo ponía muy bien y como confío mucho en su criterio, suelo coincidir en gustos con ella y la novela entraba dentro de mis géneros preferidos, no me lo pensé e hice inmediatamente click en Amazon (eso de “comprar en un click” tiene mucho mucho peligro). Pero, como suele suceder y dado que en el Kindle los libros no ocupan lugar, se fue quedando el pobre pendiente. Hasta que supe que se iba a publicar la segunda entrega de esta serie y, dado que siempre es mejor leer las series en orden, decidí que ya era el momento de ponerme con ella.

Éstas son mis impresiones

David Jiménez Martínez “el Tito”

David Jiménez Martínez (Cartagena, 1978) es licenciado en Biología por la Universidad de Murcia. En la actualidad, después de haber desarrollado su carrera como biólogo en el ámbito del control de calidad, ejerce en Castellón como agente marítimo de Vigilancia Aduanera, un cuerpo policial adscrito a la Agencia Tributaria que se encarga de la represión del contrabando. Tras colaborar durante unos meses con Castellón Noticias redactando artículos sobre novela negra, decidió dar el salo y escribió Muertes de sobremesa (diciembre de 2015, ACEN), con la que consiguió abrirse un hueco en el difícil panorama literario contemporáneo.

Recientemente, ha publicado su segunda novela, "Inspector Solo" con la editorial Versátil

Datos técnicos

Título: “Muertes de sobremesa ”

Autor: David Jiménez el Tito

Editorial: Amazon

Edición: ebook

Publicado en febrero de 20176

Páginas: 354

ASIN: B01BVADMHA

Precio: 0.99 el ebook

Argumento

¿Puede un asesino en serie, después de dieciocho años, regresar y convertir a sus víctimas en verdugos?

El inspector Marcial Lisón, un peculiar policía cuyo único amigo de verdad es su inseparable galgo, se verá obligado a retomar una investigación que le explotó en la cara cuando, a mediados de la década de los noventa, tan solo era un simple agente a las órdenes del inspectorVillanueva. Cuando Lisón ve el cuerpo desnudo de Enma, la mujer de Villanueva, sentado frente a la mesa de la cocina, con dos tazas de café y el dedo anular amputado, ya sabe que el asesino del café ha vuelto.

La enrevesada investigación, que obliga a negociar con los recuerdos más ocultos de su mente, conducirá a Marcial a descubrir que su relación con el asesino del café trasciende más allá de lo meramente profesional.

El asesino del café no es sólo un caso sin resolver del pasado, sino su pasado sin resolver.

Impresiones

Marcial es un inspector de policía que trabaja en Cartagena. Lleva una vida muy solitaria. No está casado, no tiene hijos ni pareja y vive con la única compañía de su galga Sola. Tiene a su madre inválida en una residencia de ancianos y en el trabajo apenas se relaciona. Su compañero Santi murió hace pocos meses y, desde entonces, por más que su superior el inspector Villanueva ha intentado encontrarle una pareja laboral con la que funcione, no ha sido posible.

Pero la mujer de Villanueva ha sido salvajemente asesinada en su casa. La postura, la puesta en escena, todo recuerda a unos crímenes que sacudieron la población hace dieciocho años. Unos crímenes sin resolver que Marcial, Santi y Villanueva investigaron cuando los dos primeros eran apenas unos recién llegados a la policía. Unos crímenes cuya falta de resolución tiene Marcial clavada como una espina.

¿Es posible que haya vuelto el entonces llamado “asesino del café”? Marcial tendrá que investigarlo junto a una nueva compañera: Zoe Ochoa, una policía muy jovencita, recién llegada a la comisaría. Y, pese a las reticencias iniciales de Marcial, parece que el nuevo tándem tiene visos de funcionar.

Me ha gustado mucho “Crímenes de sobremesa” y tengo muchas ganas de reencontrarme a Marcial y a Zoe en su nuevo caso; no tardaré en hacerlo pues ya tengo en casa “Inspector Solo”.

En estas series policíacas tiene un papel fundamental el policía o grupo policial investigador. Tener un/unos buenos personajes, es tener hecho medio camino. Y David Jiménez lo ha conseguido. Marcial es un policía que gusta. No precisamente por su amabilidad y su “buen rollismo” porque él va más en la línea de policía borde, solitario y antipático. Pero tiene personalidad y carácter y acaba conquistando al lector. Además, el autor no se limita a poner en sus manos una placa y una pistola y dejarle que investigue; no, David Jiménez va a darle un papel fundamental a su vida privada. Y es que hay mucho de personal en esta investigación que va a realizar y que le va a llevar a descubrir cosas de su pasado.

Me ha gustado Marcial y me ha gustado muchísimo Zoe, una policía jovencita y pequeñita, a quien parecería que se la iban a comer con patatas allá en la comisaría pero que tiene carácter y mucha mano izquierda. Tanta que va a saber llevar al bueno de Marcial, cosa que no han sabido hacer policías mucho más experimentados. El tándem funciona y pienso que nos van a dar muchas alegrías estos personajes

Con todo, ni Marcial ni Zoe son mis personajes favoritos. El que más me ha gustado de todos es Sola, la galga de Marcial. Una galga callejera como tantas otras (qué raza más maja la de los galgos y qué mal lo han pasado los pobres) que tiene un papelón y que recibe todas mis simpatías hasta convertirse en mi personaje favorito. Deseando estoy reencontrármela en “Inspector Solo” (título que, espero, se refiera más que a la situación del inspector, al hecho de ser “el humano de Sola” 😊 )

El caso me ha gustado mucho. Me gustan las novelas con asesinos en serie y eso de que buena parte de los crímenes se produjeran hace casi veinte años me ha encantado. Como también el hecho de que Marcial vaya a descubrir muchas cosas personales (de las que, obviamente, no os hablaré para que las descubráis por vosotros mismos)

Con un estilo sencillo pero cuidado, con una mezcla perfecta de narración y diálogo, “Muertes de sobremesa” bebe de las fuentes de la novela policíaca clásica. No juega con el lector sino que le va dando pistas y no se saca nada de la manga por lo que no es difícil adivinar quién es el asesino y otras cuestiones fundamentales. Y esto no es nada negativo sino todo lo contrario ya que nos permite hacer de detectives, acompañar a Marcial y Zoe a lo largo de la investigación y hacer nuestras propias pesquisas sabiendo que tenemos a mano los datos necesarios para llegar a una conclusión . A pesar de que podamos anticipar el final, no por ello la novela deja de tener intriga y sorpresa porque lo que desearemos es seguir avanzando para comprobar si nuestras suposiciones son correctas y, además, atar los flacos que nos quedan sueltos ya que una cosa es saber quién lo hizo pero a veces el por qué y el cómo son tan importantes como el quién.

Conclusión final

Me ha gustado mucho “Muertes de sobremesa”. Una novela policíaca con una buena trama que conecta con el pasado, con unos buenos personajes, bien escrita, que seguro os hará pasar un buen rato

¡Y a menos de un euro en digital!

Podéis comprarla en Amazon en el siguiente enlace: