"Salvar a Mozart" - Raphäel Jerusalmy
Después de la buenísima experiencia con mi “primer Ineludible”, “El nadador en el mar secreto”, esta colección de Navona se ha hecho un hueco entre las lecturas a tener en cuenta. No hace mucho que empecé a oír maravillas sobre el tercer título publicado, “Salvar a Mozart”, por lo que no tardé en hacerme con él.
Éstas son mis impresionesRaphäel Jerusalmy
Nacido en París, es diplomado en la Escuela Normal Superior y de la Sorbona.Al acabar los estudios, se trasladó a Israel e hizo carrera dentro de los servicios de inteligencia israelíes.
Actualmente ejerce de librero en Tel-Aviv, en la especialidad de libros antiguos.Es autor de La cofradía de los cazadores de libros (Navona, 2014).
Salvar a Mozart ha recibido el premio Emmanuel-Roblès.Datos técnicos
Título: “Salvar a Mozart”Autor: Raphäel Jerusalmy
Traductor: José Manuel Fajardo
Editorial: Navona
Colección: “Los Ineludibles”
Edición: tapa dura, tamaño bolsillo
Publicado en esta colección en mayo de 2015
Páginas: 176
ISBN: 978-84-16259-11-3
Precio: 14,50 euros
Argumento
Otto J. Steiner, austriaco, con algún ascendiente judío, está recluido en un sanatorio de Salzburgo, víctima de la tuberculosis, mientras que en el mundo exterior tienen lugar graves acontecimientos políticos. En verano de 1939, poco tiempo después del Anschluss, Steiner, melómano y hombre de gustos refinados, empieza a relatar en un diario su humillante vida de enfermo, solo y en precarias condiciones materiales, a la vez que en sus palabras se va manifestando no sólo un intenso amor por la música, sino un profundo conocimiento de ella. Se acerca el 17 de julio de 1940, día de la inauguración del Festival de Música en el Mozarteum, con la presencia de altas jerarquías nazis. Karl Böhm figura como director de la orquesta y Schneiderhan, como solista. Pero este día también es el de la venganza de Steiner, preparada con minuciosidad, solapada, sutil, contra la brutalidad y la incultura nazis. Una gratificante venganza.Impresiones
No hace mucho, la editorial Navona comenzó a publicar una colección que lleva por título “Los ineludibles”. Empezó con “El nadador en el mar secreto”, libro del que ya os hablé en su día y que os vuelvo a recomendar fervientemente porque es una pequeña gran obra; uno de esos libros que te remueven por dentro y que son difíciles de olvidar. Posteriormente publicó “Golowin” (que no he tenido aún la ocasión de leer pero del que he oído hablar muy bien) y, después, este tercer libro, “Salvar a Mozart”.
Lo que pretende esta colección es publicar “joyas desconocidas”. Y vaya que sí lo está consiguiendo.Como los demás libros de esta colección, es éste un libro que podría pasar desapercibido en una librería si no lo conoces. En las baldas de una librería, cuando no buscamos un título concreto, los libros casi siempre nos llaman la atención por las portadas. Ya sean bonitas o feas, pero de alguna manera tienen que “saltarnos al ojo”. Y ésta es difícil que lo haga pues, aún siendo muy bonita, es sumamente discreta. Me recuerda a los libros un poco antiguos, encuadernados en tela. Sobre un fondo gris un poco desvaído, como desgastado, tenemos, simplemente, el título, el autor, la editorial y la colección. Si, aún así, cogemos el libro en la librería y, movidos por la curiosidad le damos la vuelta para ver de qué va, ¡oh sorpresa! No hay sinopsis. Pero, si como yo, ya conocéis la colección, sabréis que os la podéis jugar y llevaros el libro a casa sin saber absolutamente nada de él. Bueno, sí, el título, que personalmente me parece precioso.
La novela nos traslada a Salzburgo, al verano de 1939. Por la época y el lugar, ya os podéis imaginar que, casi de forma obligada, va a ser una historia sobre alemanes y judíos, sobre Hitler y nazis. Pero no es una historia al uso. No vamos a encontrar campos de concentración, ni torturas, ni experimentos raros; ni siquiera batallas. Lo bueno de este período –tan nefasto en la Historia pero tan interesante para la literatura- es que puede dar lugar a libros de muy diferente tipo. Por muchas que se escriban, siempre quedará algo por contar.La perspectiva de “Salvar a Mozart” es muy diferente de la que suelen adoptar este tipo de novelas, lo que la hace bastante original.
Otto Steiner es austriaco. Tiene algún ascendiente judío pero él no se siente judío. Como tampoco se sentía su padre quien, en realidad, renegaba de la religión judía y así educó a sus hijos. Ni la profesa, ni siquiera está circuncidado. Nadie sospecha que es judío (según la opinión de los nazis, para quienes basta con tener algún ascendiente judío para ser considerado como tal). Otto está enfermo de tuberculosis y se encuentra recluido en un sanatorio. Él todavía está bien y, aparte de las visitas médicas y la medicación que toma, puede hacer una vida relativamente normal.Antes de enfermar, Otto era músico. Un gran músico. Melómano, muy entendido en la materia, un amigo suyo le pedí ayuda para elegir las piezas a interpretar el día de la inauguración del Festival de Música en el Mozarteum, con la presencia de altos jerarcas nazis. Otto, a pesar de no sentirse judío, odia a los nazis y su brutalidad por lo que, aprovechando el festival, fraguará una dulce y original venganza
Será Otto quien, a modo de diario, nos irá contando su vida en el sanatorio y sus planes de venganza. El libro en sí es la recopilación de las entradas de dicho diario salvo alguna carta que envía a su hijo. Lógicamente, todo está narrado en primera persona y desde su visión estrictamente personal. Otto se nos presenta como un hombre solo, enfermo y bastante amargado. Un melómano impenitente, un poco huraño, no especialmente simpático, apenas se relaciona con los demás enfermos sobre los que se considera en cierta manera superior. No es un protagonista que caiga bien, aunque tampoco cae mal a medida que le vamos conociendo.Los diarios ocupan un período de poco más de un año de la vida de Otto: desde julio de 1939 hasta agosto de 1940. Con él iremos viendo cómo es la vida de los enfermos de tuberculosis, como la situación política influye en la institución reduciendo las raciones de comida progresivamente hasta que se ven obligados a admitir a heridos de guerra.
La historia se desarrolla en Salzburgo, una ciudad importante para los nazis desde el punto de vista de la cultura. Salzburgo es la ciudad de la música y la música es una protagonista indiscutible de la novela. Otto es un melómano, un gran entendido de la música clásica y será con la música con la que se vengará, con una fina ironía, de los desmanes nazis. A otro le horroriza cómo los nazis utilizan la música -¡incluso la de Mozart!- con fines bélicos y propagandísticos, vistiéndola de ritmos marciales. Y, como se suelen decir, la venganza se sirve fría…
El Mozarteum de Salzburgo |
El estilo de Raphäel Jerusalmy es directo, sobrio hasta casi llegar a ser seco, despojado de florituras ni adornos. Otto se desnuda ante nosotros y se muestra como es, sin disfraces ni aderezos. Una fina ironía y un cierto sarcasmo se vislumbra en muchos de los pasajes del libro. Es un libro que se lee bien; tiene buen ritmo y resulta entretenido por lo que, de poder, es un libro para ser leído del tirón
Conclusión final
Una vez más, Navona nos ofrece una pequeña joya de la literatura. Una novela bastante desconocida que ha rescatado del olvido imperdonable. Un libro que se lee a gusto y que muestra otra perspectiva de los años de la Segunda Guerra Mundial.
Podéis comprarla en Popular libros
0 Response to ""Salvar a Mozart" - Raphäel Jerusalmy"
Posting Komentar